“Investigaciones previas habían mostrado que la música con un ritmo más rápido puede causar beber rápido y que la presencia o no de música puede llevar a que una persona pase más tiempo en un bar”
Los nvestigares visitaron durante tres noches de sábado dos bares cuyos dueños aceptaron que manipularan los niveles del sonido.
Seleccionaron al azar a 40 hombres de 18 a 25 años que pidieron cerveza y controlaron su consumo según los distintos niveles de la música.
Las razones pueden ser porque los altos niveles del sonido pueden haber causado una estimulación mayor, que llevó a las personas a beber más rápido y a ordenar más bebidas. O tambien la música fuerte puede haber tenido un efecto negativo en la interacción social en el bar, por lo que los clientes bebieron más porque hablaron menos.