La razón se remonta a los antepasados ingleses, las llamadas sociedades feudales. Donde los señores feudales cabalgaban por la izquierda, el mismo lado en el que llevaban su espada, para utilizarla con la mano derecha.
Además cuando existían los grandes carruajes con tiros de muchos caballos, los cocheros, al lanzar el látigo, no sólo alcanzaron, sino que mataron, a algunos de los pasajeros del coche que venía en dirección contraria, cada uno por su derecha. Entonces yendo por la izquierda, el látigo no daba a nadie. Por eso en Inglaterra se conduce por la izquierda.